Todo lo que esté fuera de la rutina, fuera de lo que el sentido común puede explicar con una sola palabra, produce una sensación de vacío e incluso angustia únicas en el ser humano. Se siente perdido en sí mismo, sólo en el mundo, ante un hecho que solamente "pudo pasarme a mí, che, ¿a vos te parece?? A nadie más en el mundo..."
El sentido común achica la visión. Nos hace pensar que nuestras vidas son "comunes", que todos pasamos por esto: nos levantamos, nos lavamos los dientes, desayunamos y salimos a trabajar. Sabemos que en el camino: no nos torceremos un pie, no se nos caerá ningún diente, no explotará la tostadora ni el 60 se caerá por un barranco. En la oficina, todo será "normal": la computadora se va a prender y no intentará matarme, de ningún modo va a venir un grupo comando a tomarnos por rehenes pidiendo la liberación de algún terrorista perdido en una cárcel de Medio Oriente y nuestros jefes o compañeros no querrán nada con nosotras (valga igual para el sexo opuesto) en el ascensor, que dicho sea de paso, no se vendrá abajo abruptamente desde el 17° piso. Sería terrible que pasáramos cada hora de nuestra vida activa pensando en estas posibilidades. Para eso está el sentido común. Pero... ¿y si algo de esto nos pasa? ¿Cómo vamos a responder? ¿Es inevitable que estemos siempre apegados a él? Sí... el sentido común nos llena, nos permite vivir tranquilos, sin sobresaltos, queriendo ser buenas personas y ganar nuestros pesitos a fin de mes.
¿Por qué, entonces, esa crueldad de pedirnos que nos desliguemos de él para pensar, para ser cientistas sociales? ¿No es mucho? ¿No nos están llevando a pegarnos un tiro ante la primera adversidad? Estamos reinventando el mundo a cada rato. Cada segundo, es algo nuevo que vemos, y tenemos la misión de mostrarle al mundo lo ciego que está. Porque la verdad se hace dentro de ese ámbito donde los saberes reposan. Porque la antorcha que ilumina la Humanidad la llevan los sabios, los intelectuales, y nadie más. Porque realmente creemos esto, y si lo dudáramos... el vaciamiento sería inevitable. Cáscaras vacías deambulando por Baires. Como tantas...
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