Es increíble la carga de violencia que inunda, tanto a la ciudad de Buenos Aires como a su Área Metropolitana (aunque en esta, con mucha más densidad aún).
La noticia sobre un hombre que fue eviscerado para extraer de su organismo cierta cantidad de cocaína recorrió algunos diarios y noticieros. Imagen salida de una película violenta barata, la víctima sufrió un tajo y su intestino fue arrancado. Algo real, que tal vez ni Freddie pensó en hacer.
Fue muy interesante saber cómo la policía supo que el difunto era peruano ("tenía unos 40 años, estatura mediana, tez trigueña"). Notable análisis étnico de nuestros mentores de la ley.
5 comentarios:
Un post para la hora del almuerzo, si lugar a dudas.
sin lugar, me corrijo
Así de delicada soy...
Es que para nuestra querida Policía, morocho=extranjero (y de país limítrofe). ¿Negro, y argentino? Noooo! Si acá somos todos rubios, de ojos celestes y además no contrabandeamos droga!
Gran verdad! Solo la agotamos en una noche loca en Pachá...
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