"... tenemos necesidad de alimentos dramáticos, de esos que los griegos satisfacían con la tragedia y que deben ser vistos como resabios sublimados de canibalismo. Con igual finalidad catártica, los norteamericanos descubrieron el género inglés de la novela policial. Ellos producen la novela y la realidad alternativamente, mientras que entre nosotros los pistoleros parecen imitar las películas, sin originalidad ni grandeza épica. Tampoco nuestros novelistas imitan a los novelistas, sino lo que podríamos llamar los defectos de las traducciones. Ni nuestros criminales ni nuestros escritores merecen el título de nacionales. Ciertos diarios y revistas se esfuerzan por levantar ese género, convirtiendo a los criminales en literatos y a los literatos en delincuentes, pero hasta ahora al menos la empresa es innocua. Dentro de este tipo, sólo alguno que otro autor ha logrado aquí y allá alguna página magistral, en el estilo entreverado del delito y de la prosa. Escritores nacidos con un don natural para la delincuencia, echan a perder sus cualidadees nativas en otras actividades afines, y verdaderos artífices se malogran en un atraco o un drama pasional fallido que la crónica vespertina termina de frustrar. Ninguno es capaz de escribir ni de matar como Dios manda"...
"La Cabeza de Goliat"(1940)
Ezequiel Martínez Estrada
Ezequiel Martínez Estrada
Uno de los tantos párrafos remarcables de esta obra, tan actual y tan cierta más de 60 años después. Prosa im-pre-sio-nan-te. Aunque, llegado este momento, no sé si los intentos de los medios han sido tan innocuos... han exaltado por demás a ciertas figuras de la literatura nacional, que de delincuentes no pasan.
1 comentario:
(Muy) Estimadísima Srta. Ling:
La prosa de Martínez Estrada, es cierto, no ve hoy en nada apagada su intensidad. Gracias por dar(me) la posibilidad de disfrutarla. Hay un germen nietzscheano, un regusto, que permite regodearse en ella, ideal para viajes en colectivo ("a la velocidad del colectivo" si se me permite la glosa brutal).
Pero creo entrever un tremendísimo palo para Arlt; uno que el buen Roberto no se merece pero que un cierto sector de la inteligentzia local gozaba en proclamar sobre su estilo de "traducción berreta".
De todos modos no importa: vale la pena rescatar a EME del olvido entre tanto concurso literario sospechoso.
Besos.
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