¿Cómo la pasaron? Pregunta obligada el día después. ¿Qué puede contestar uno? "Y...la pasé bien". Aunque se haya embolado. Aunque odie "las Fiestas". Aunque.
Es difícil pasar unas fiestas completas. O hay un pequeño desliz, o todo en su conjunto va para atrás (miren lo que le pasó a Diego sino). Las mías empezaron mal desde la previa. Debíamos viajar varios kilómetros para ir a la casa de mis tíos. Mi madrina no iba a estar, íbamos a ser sólo mi tía Susana y mis primos (Ah, y el tío Luis). Salimos de casa como a las 9, algo tarde. En el viaje, la cubierta delantera se reventó. Era la de auxilio, cambiada unas horas antes.
Salvado el escollo -y el auto dejado en una YPF- procedimos a la cena. No me gusta el asado. El vacío sí, ninguna carne con hueso. No comí. Me quedaba el brindis. Feas bebidas. Aunque después me bajé varias copas de sidra, no me hicieron efecto. Mis primos se fueron. Las taradeces del tío y su compadre me retumbaban en la cabeza. No andaban los telefonejos celulares. Dos de la mañana. Dos y media. A las tres, acceden a mi pedido y me voy a la cama de mi primita, en donde me quedo mirando la tele hasta las 4.
Ya tenía decidido irme. Calor, día horrible. Saludo, todos preguntan a dónde voy, mamá mira con su cara de víctima. Veinte minutos en una calle que no conozco esperando un colectivo que no sé a dónde va.
Y allá, bueno...
Estoy triste.
Al menos volví bien a casa.
Es difícil pasar unas fiestas completas. O hay un pequeño desliz, o todo en su conjunto va para atrás (miren lo que le pasó a Diego sino). Las mías empezaron mal desde la previa. Debíamos viajar varios kilómetros para ir a la casa de mis tíos. Mi madrina no iba a estar, íbamos a ser sólo mi tía Susana y mis primos (Ah, y el tío Luis). Salimos de casa como a las 9, algo tarde. En el viaje, la cubierta delantera se reventó. Era la de auxilio, cambiada unas horas antes.
Salvado el escollo -y el auto dejado en una YPF- procedimos a la cena. No me gusta el asado. El vacío sí, ninguna carne con hueso. No comí. Me quedaba el brindis. Feas bebidas. Aunque después me bajé varias copas de sidra, no me hicieron efecto. Mis primos se fueron. Las taradeces del tío y su compadre me retumbaban en la cabeza. No andaban los telefonejos celulares. Dos de la mañana. Dos y media. A las tres, acceden a mi pedido y me voy a la cama de mi primita, en donde me quedo mirando la tele hasta las 4.
Ya tenía decidido irme. Calor, día horrible. Saludo, todos preguntan a dónde voy, mamá mira con su cara de víctima. Veinte minutos en una calle que no conozco esperando un colectivo que no sé a dónde va.
Y allá, bueno...
Estoy triste.
Al menos volví bien a casa.
1 comentario:
y... la pasé bien.
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