5.7.06

La técnica y el complot

Muchos textos sobre técnica. Sobreproducción de pequeñas monografías, o ensayitos, o pequeños trabajos prácticos. Seamos sinceros: me lo piden.

Al menos creo. Está esa instancia que no todos tienen: la creación. Y la técnica.

Que si Martínez Estrada. Que si Sarmiento o Alberdi. Que si me civilizo o me voy a la Pampa, latente, presente, imponente. ¿Y Scalabrini? Ah, sí, lo metemos ahí. Porque técnica.

Claro que no siempre funciona así. ¿Cuál es MI técnica? ¿Cómo me relaciono con ella? La Máquina. Eso es todo. Mi Máquina. Con mayúscula. Una PC. Una compu. Un ordenador.

Que desde el domingo no anda.

Y si bien no lo tuve que sufrir tanto como otros, también lo sufrí. Que el consuelo de tontos nunca me ha servío, hombre.
Mañana, cuando vuelva a casa luego de la jornada, luego del gimnasio, cuando me bañe y tome un café, me saque las botas y me descalce (sí, ya sé, no en ese orden), mañana a la tarde-noche, va a estar de vuelta. Vacía, como nueva. Mi técnica fallada, dura, insensible. Barbarizada.

4 comentarios:

Diego dijo...

¿Por qué la gente no comenta los post profundos?

Ling dijo...

Tal vez porque en vez de ser profundo es una pavada.

Anónimo dijo...

No entiendo qué lees sobre la técnica, por qué tantos textos

efe dijo...

Martínez Estrada es un grosso.
No es, de mi parte, un aporte imponente a la crítica académica pero no quería dejarlo pasar.
Eso. Nada más.