La Diosa Razón es insaciable. Cada vez pide más sacrificios. Quizá por aquella vieja dicotomía, del trabajo físico / trabajo intelectual, es que muchas veces sus exigencias se hacen notar en el cuerpo. ¿O nadie terminó contracturado luego de una cursada? ¿Nadie sufrió interminables jaquecas tras horas de lectura? ¿Nadie pidió aire, nadie pidió agua, nadie pidió tiempo, sobre todo tiempo, para llegar, para terminar, para no estar ahogado, presionado, arrinconado?
Todo se siente en el cuerpo. El pobre cuerpo del cientista. Ese que termina aplastado contra una silla, ese que suele usar anteojos, tapando las ojeras por las trasnochadas para terminar el avance de la investigación; ese con el callito de escritor, o el más moderno con tendinitis por el teclado.
Una va en ese camino. Hay otros. Pero la asusta y le atrae ese. Sabe que su cuerpo tal vez no aguante. Sabe que no tiene disciplina. Sabe que no puede estar más de media hora sentada con los textos sin pensar en mirar una película, o cantar esa canción que está escuchando, o llamar a la Mary, pobre, que hace tanto que no se sabe nada...
La Diosa Razón exige sacrificios. O tal vez no. Quizá sea sólo una idealización de lo que parece tan lejos. Tan apartado. Tan imposible. Tan errado.
Todo se siente en el cuerpo. El pobre cuerpo del cientista. Ese que termina aplastado contra una silla, ese que suele usar anteojos, tapando las ojeras por las trasnochadas para terminar el avance de la investigación; ese con el callito de escritor, o el más moderno con tendinitis por el teclado.
Una va en ese camino. Hay otros. Pero la asusta y le atrae ese. Sabe que su cuerpo tal vez no aguante. Sabe que no tiene disciplina. Sabe que no puede estar más de media hora sentada con los textos sin pensar en mirar una película, o cantar esa canción que está escuchando, o llamar a la Mary, pobre, que hace tanto que no se sabe nada...
La Diosa Razón exige sacrificios. O tal vez no. Quizá sea sólo una idealización de lo que parece tan lejos. Tan apartado. Tan imposible. Tan errado.
1 comentario:
El año pasado me pasó en el primer cuatrimestre que hice dos materias en la UBA (las dos priemras de Letras, que son de más carga horaria, entre las dos 18 hs sem), el IUNA de actuación (15 hs sem) seminarios privados de perfeccionameinto (2hs de dramaturgia y 3 de puesta en escena)sin contar que estudiar para letras te lleva 18 hs por semana más (posta)y para reahbilitar mi cuerpo, lo único que me salvaba era ir a nadar a la mañana, si nadaba a la mañana, estaba todo bien. Y además, mucha verdura. Eso sí, nada de salir a parrandear. Nada de cerveza por dos meses.
Qu´se se le va a hacer!!!
Beso....Sol
(Este año ni en pedo hago todo eso)
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