29.1.07

Destinatarios

El texto es producto de las decisiones de quien escribe. Una vez que el autor tiene en mente qué es lo que quiere comunicar, la decisión más relevante pasa a ser para quién escribir. Es esta decisión la que imprimirá un estilo en el texto, la que definirá, de una vez y para siempre, cómo se dice aquello que se dice.

Sin dudas podemos mirarnos el ombligo. Y escribir para nosotros mismos. Usaremos entonces palabras "difíciles", tal vez citas en alemán o francés (si uno es de filosofía, es menester citar en griego), y si podemos decir lo mismo que dijo ya otro pero más enroscado, tanto mejor.

Tratemos de nunca escribir para el mercado. Sí es posible hacerlo para aquellos que están en la intersección entre mercado y academia. Aah, eso es otra cosa... Metamos guiños, muchos pero muchos chistes internos, démosle una pispeada a lo que pasa en los mundillos y agreguémoslo. Sea en forma de paper académico o tal vez una pequeña nouvelle. Marcelo T y Puán dan material de sobra.

Son los menos quienes deciden ampliar el espectro. Quienes sienten el placer de explicar, de apoyarse en herramientas teóricas para, de alguna manera, sin enroscarse, sin alejarse de la sociedad de la que forma parte, sin cerrarse en un círculo cada vez más hermético, llevar su disciplina a nuevos lugares. Claro que hay resultados y resultados. Muchas veces se vulgariza el contenido y se lo vacía de sentido (los malos lo llenan de otro contenido, afín a intereses secretos. Pero dejémoslos. Estamos hablando de pobres diablos que escriben, y nada más). Otras se la intenta revestir de una simpatía que probablemente no tiene. A mi entender, los mejores trabajos son aquellos que logran utilizar autores para apoyarse, para desarrollar algo diferente -porque siempre que algo se escribe es diferente, es nuevo, es distinto-, sin hacernos odiar la prosa tantas veces mal traducida de Weber o de Heiddegger.

Pero la pregunta siempre va a ser la misma: ¿Para quién escribo? Eso es lo que puede marcar el destino final del texto, del autor, de la disciplina misma. Toda escritura termina siendo un hecho social, de la misma manera que empieza siéndolo. Siempre está el Otro ahí. Aunque sea el Yo Mismo releyendo.

10 comentarios:

Miguel D. Barrenechea dijo...

Contribuyo:

1. http://www.lyricwiki.org/Sui_Generis:Para_Quien_Canto_Yo_Entonces

2. Planteado el para quién ¿Porqué escribís?

Elen dijo...

Es menester que sea rock.

Anónimo dijo...

Ling,

Dificil saber lo que uno quiere comunicar, me parece que la escritura le va dando forma a lo que uno quiere, en otras palabras, el significado se construye retroactivamente.

Uno siempre escribe para el OTRO, podes decir, el otro lo escribe a uno, e incluso, el otro ya lo escribió a uno. Ahora estamos retornando, de pasada, friccionado, chocando o deslizándo por todo lo que ya nos escibió y nos sigue escribiendo.

En todo esto, el yo queda al costado, tirado en la banquina como un borrachín.

saludos
chapa

Nurit dijo...

Y creo que justamente en el momento en que uno se da cuenta de que existe ese otro (que lo va a leer y después admirar o despreciar o aclamar o se va a aburrir; pero por sobre todo va a reaccionar) es cuando empieza a tomar cuerpo la escritura, cuando uno ya no escribe para uno en su cuadernito íntimo sino para los demás.
Existimos porque hay un otro que nos configura.
Y ahi ya pienso en un interlocutor que entiende algo de filo, exceso de Puan
puaj!!!!!!!!
slds.......voy a escribir en un post inspirado en este

Diego dijo...

¿Sabés lo que me dijo hoy mi nuevo compañero (por ahora un poco jefe, aunque no debe tener más edad que yo y entró a ese laburo hace 2 meses, yo hace 15 días)?

"En la UBA de eeconomista se recibe cualquiera, se reciben algunos que no saben ni derivar". Estaba indignado. El se recibió en esa casa de estudios, y yo supongo que sabe derivar e integrar también. Estática comparativa, también.

¿Qué hago para sobrevivir?

Ling dijo...

Mike: El para qué es otro de los graves problemas. Muchas veces, creo, viene bastante de la mano con el para quién: se escribe para que el Otro nos lea. Y después hay miles más... pero el reconocimiento, el ansia de la reacción, es difícil dejarlo de lado.

Chapa: Los mejores textos, es cierto, son los que "se escriben solos", por decirlo de alguna manera. Aquellos que no tienen mucho que ver con lo que en un primer momento pensamos, o imaginamos, que íbamos a querer comunicar. Los que dejan al Yo chiquitito así.

Nucífora: Gracias por el post inspirado en este... Es agradable ver que alguien puede hacer algo bueno con materiales así, medios pobres...Muchos besos. (PD: ¿sabías, antes de escribirlo, que quienes te leyeran iban a tener exceso de Puán...?)

Diego: Me dejó sin palabras. En ese punto, creo, para sobrevivir es cuestión de cerrar los ojos y no pensar.

Demóstenes dijo...

Creo que desacuerdo con el uso del verbo "comunicar" con relación a la literatura. No creo que la literatura comunique nada. Probablemente si uno tiene algo importante que decir lo mejor es que lo diga de una vez, en lugar de escribir una novela. (Me doy cuenta de que con esta opinión me expongo a la hoguera :)
Me parece que uno de los primeros requisitos de una comunicación es procurar tener un canal lo más limpio posible; y la literatura lo que hace justamente es corroer y desfigurar.

Y es interesante que al inicio digas que "podemos decir lo mismo que dijo ya otro pero más enroscado", donde sugerís que la repetición es desagradable (que lo es), pero terminés con que "siempre que algo se escribe es diferente, es nuevo, es distinto", donde refutás la posibilidad de la repetición. Yo suelo ser también alguien contradictorio. Es más ni siquiera estoy de acuerdo con cierta cosa que escribí en este mismo comentario. :P

Me gusta tu blog
¡Saludos!

Juan M Tavella dijo...

yo creo que a veces hay que permitirle a lo dicho la autonomia de decirse mas alla de nuestro control

Anónimo dijo...

hay un texto muy bueno que publico el interpretador hace varios numeros sobre ese tema de la escritura academica que se llama traducir, interpretar escribir si me acuerdo bien que es como una satira porque esta escrito como todo serio pero es una burla en el fondo y ademas lo dice

Chiquilín de Bachín dijo...

Muy buen post, Ling.

Muy a propósito, hoy le estoy mandando mi ensayo sobre Weber y Dickens por mail. Después me cuentá el qué.

Saludetes.