1. Volver de vacaciones es decretar el fin del verano. Se necesitaría un ejército de psicólogos para analizar el pedido de regresión a las épocas de la primaria y secundaria, cuando el verano era verano de verdad.
1.1. O analizar el deseo imposible de no tener que trabajar en un mundo capitalista. Y patriarcal, claro, que siempre queda bien.
2. En un mundo/país/clase/sector dicotómico, preguntarse por qué uno está de un lado y no del otro genera diferentes grados de angustia. Lo que volvería a reclamar al ejército citado en 1.
2.1. Claro que si el análisis resulta lo suficientemente coherente y serio, lo que se necesita es una terapia sociológica.2.2. Lo que lleva a pensar, ¿acaso es posible la existencia de sociólogos terapeutas, o más bien, de sociólogos new age que al estilo Bucay expliquen a grandes rasgos por qué a uno le pasa lo que le pasa, con datos estadísticos y/o análisis de redes y trayectorias? Sería una autoayuda consuelo de tontos, pero daría dinero.2.3. Dinero con el cual podríamos vivir de vacaciones tal como planteamos/exigimos en 1.1.
3. Yo sí le pediría una heladera nueva a la señora presidenta. No sé si fomento el estereotipo del ama de casa oprimida, pero esto de comprar queso de a fetitas o un pedazo que a la larga se echa a perder no es bueno ni para mi salud mental , ya que reprime mis deseos láctos,(1, seg. oración) ni para mi bolsillo (1.2, 2.3)
4. Alex Kapranos derrocha onda.

1 comentario:
un curro con el socioanálisis sería una buena idea: desculpabilizador, estructralmente determinado, lo que te pasa es algo exterior e imposible de modificar individualmente, "somos hablados por nuestros problemas", etc, etc, etc. Aunque claro, su eficacia clínica sería mucho más pálida que la del psicoanálisis, donde uno al menos sostiene la fe de que sus neurosis son "tratables". la sociología es una ciencia que ofrece consuelos breves y dificilmente trasladables a otros. pero, para compensar, tiene a la verdad de su lado.
Publicar un comentario