El otro día intentaron minimizar el peso de la Academia.
Nos quisieron convencer que ser profesores de la UBA no es gran cosa. Que no garantiza nada. Que por ser profesor no se venden más libros, porque los alumnos no compran.
Tal vez en Puán sea así.
Pero eso no explica el porqué de que el sábado haya ido corriendo a comprar el libro de Emily. Mi profesor.
MÍO.
6 comentarios:
En dos palabras: GRO-SO. Puede que ser profesor/académico no garantice que te compren libros, pero yo me conformaría con escribir alguno que valga la pena.
claro, Ling, ser profesor es una gran ayuda para llegar a ser groso y famoso. El libro que Ud compró, lo escribió alguien que reúne esas dos características. Más de uno de los que hablaron el viernes en Puan, también.
Lo que escribió -involuntariamente, quizás- explica por qué.
Creo que ser profesor en la UBA es más que vender libros. Se relaciona con un placer personal, el saberse parte de esa institución y devolver algo de lo que nos fué dado. El placer de transmitir conocimiento, ideas, más allá de las retribuciones monetarias.
lo leíste ya?
lo quiero!
ayer pregunté en una librería y me dicen "sí, $116"
"TOPICOS, tristes TOPICOS"
pero no estaba.
Sí, sí, realmente el sr. es un grosso, pero que sea profesor de la UBA, inevitablemente, le da un plus.
Y la respuesta, efectivamente, es por lo que escribe. Pero no es la única.
Moret: lo estuve leyendo, no lo terminé aún, ya que voy salteando. En muchas librerías todavía no lo recibieron, es más, el día que lo compré me lo sacaron de la caja porque no lo habían desempacado...
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