4.11.06

That's Amore (II)

Una vez que salió de la cárcel, Pepino quedó en África. Parece que no era tan fácil volver. Se puso una panadería. O algo así.

Pero claro, una vez que le mostraron cómo era viajar, y que con eso pudo ver que el mundo era más grande que la costa del Mediterráneo, Pepino siguió viajando.

Y viajó bastante.

Recorrió demasiado.

Incluso, siguiendo un itinerario que parece haber sido hecho a la medida de sus paisanos, llegó a Buenos Aires. De a poquito, de a poquito, se fue trayendo a sus hermanos. Casi a todos los siete.

Pero faltaba algo. Porque parece que el corazón no siente sólo a nivel filial.

Y que si 20 años no son nada, 30 son menos.

Todos los años Pepino guardaba plata para volver. No para pasear. Para volver a buscar algo que había dejado, y que todas las noches recordaba.

Casi 30 años después de irse por primera vez de Sicilia, Pepino volvió. Para casarse con su primera novia...




Y sí... that's amore...


4 comentarios:

efe dijo...

¡Qué bueno! ¡Es como una película de Coppola o de Scorcese pero sin mafia!

Diego dijo...

Muy linda historia de vida la de Pepino. También, con ese nombre, no podía tener un mal final su vida.


Saludos!

Ling dijo...

Pepino era mi tío abuelo, el hermano mayor de mi nonna, y el padrino de mi papá. Todo eso.

Anónimo dijo...

¡Qué capo (ma non di la cosa nostra) Pepino! ¡Cuánta claridad en sus objetivos!