10.7.08

Chinos

No sé, eh. Un recorte bien hecho puede hacerte pensar algo, pero cuando ves el artículo completo la opinión puede cambiar bastante.
O no, no sé. Nunca sé.
Uno está en una profesión que no ofrece producción material masiva más que aquella de los libros. No es raro entonces que nos peleemos por publicar, sea donde sea que se publique. Son las reglas del juego. Del campo. Ah, sí, de eso hablé.
Pero qué importa. Si total es lo mismo, a diferentes niveles. Es siempre dar vueltas entre nosotros, no animarse a agrandar el círculo, no digo ya en una auténtica práctica interdisciplinaria y mucho menos en una ampliación al resto del universo, a ese universo no-intelectual, no-académico, no-escritor-literario-puro, no-escritor-mercantil, no-rosquero-autopublicado-autoconvocado (y qué envidia respeto les tenemos a estos últimos, nosotros que nos atenemos a las reglas de un campo estricto). Es hablar con palabras difíciles en seminarios cerrados, es pretender que la teoría es sólo teoría y que ahí queda, es discutir sobre cuestiones metodológicas o sobre una coma, o sobre si la jaula era de hierro o de acero. Es si el sociólogo que escribe teoría pura es mejor que el que hace ensayismo; y si estos dos son mejores que el que vende su alma a la sucia investigación de mercado (¿de qué viven los primeros? ¿Papá les paga el cafecito y la cervecita, o se los paga una beca conicet?)
Pero no, no voy a seguir discutiendo. Porque tengo que hacer que mi sueldo estatal valga un poco y corregir una pregunta, porque soy mujer y mi cuerpo no hace más que recordármelo, porque a las 18.30 hay una reunión sobre orientaciones en la facu y porque, de una vez, tengo que ponerme a escribir el abstract para presentar en alguno de los congresos que vienen.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

En definitiva hay un único producto y cientos de catalogadores. Lo importante es la palabra, y la Academia reprime ese espíritu crítico y pensamiento libertario que propone desde las aulas (en las que no se cae una idea original, ni siquiera para leer de otro modo los textos clásicos). El paradigma "mijo el dotor" ha mutado a "docto flexibilis" y por eso he visto sociólogos haciendo diseño gráfico.

Por lo pronto, propongo usar la herramienta y romper los catálogos. Inventemos nuevos géneros literarios. Por ejemplo Novela Cualitativa, Fabúlesis, Cuentitativos, Psicología.

mariano dijo...

sí, okey, es la lógica del campo. y sí, todos tenemos que pagar la cuenta de edesur y de la banda ancha. pero la teoría de los campos - que es tan últil, para pensar las relaciones de fuerza - no debería hacernos olvidar que esos campos se intersectan, y que uno salta de uno a otro todo el tiempo. ¿era garfinkel o goffman (siempre me los confundo) el que hablaba de las máscaras del yo, de los roles? bueno, eso. jugamos distintos juegos donde no sólo debemos conocer sus reglas, sino poner en práctica diversas porciones de capital. bué, ya sabés todo eso.
me parece que lo interesante de lo que dice Vanoli (cursé con él cuando éramos jóvenes, después lo dejé de ver, y me lo encontré hace poco en el mundillo literario) es que seguir pensando a los intelectuales con la idea académico-céntrica es velar a un muerto que no va a resucitar. ¿qué esperar de la universidad cuando coincidimos que lógica de la circulación de discursos se ha achicado hasta volverse mera predicación para conversos? Seguimos deseando a un Foucault que escriba Las palabras y las cosas y, al mismo tiempo, marche por las calles de París con los maos. Seguimos deseando a un Bourdieu que escriba Las reglas del arte y al mismo tiempo se pare sobre unos barriles de gasolina para dirigir un discurso a los obreros franceses en huelga contra Chirac. ¿Puede pasar eso hoy, acá?
La anecdóta del chimichurri y Agamben no sólo muestra el divismo, el histerismo, la mariconería y la cortedad de miras de las camadas nuevas de intelectuales, muestra también la angustia, la falta de deseo vital, de voluntad de poder, de quienes ven a la facultad como último refugio civilizatorio en un mundo hostil.
si la sociología tiene algún valor, más allá de los saberes reproducidos, es que nos sirve para pensar nuestra posición en el mundo y nuestras limitaciones. porque la sociología es eso, una ciencia de la alienación, de lo que hicieron con nosotros, de la extrañeza de lo cotidiano, de la futilidad de lo que pensamos como eterno.

Ling dijo...

Sí, la sociología es eso. Pero acá, la usina intelectual académica fue más que nada lo que ahora se conoce como Puán.

No coincido con eso que parece que dice Vanoli. Primero, hay diferencias. ¿A quiénes llamamos intelectuales? ¿A los que se reconocen como tales? Bueno, los intelectuales que andan firmando cartas y se reconocen como tales vienen de la academia. ¿A quienes llamamos intelectuales? ¿Al mundillo literario? Bueno, ellos lo único que hacen es estar "en contra" de la academia. Aceptándola, o negándola, está ahí. Y, vamos, se desviven porque los nombren en Puán. Entonces, ¿cómo pensar algo sin la Academia? Que acá es Una, y es Dura, y es Cruel. Mirá Aricó.

No vamos a encontrar a Bourdieu ni a Sartre ni a Foucault. Pensemos en campos más grandes, no sólo en interrelaciones ni en las máscaras del yo (Goffman, apostaría). Pensemos en un campo, ponele, intelectual en que jueguen también intelectuales franceses, alemanes, ingleses, europeos en general. Bueno, ahí tenés la interrelación económica y política: somos subordinados, y nos deshacemos por pasarle mantequita al pan de Wacquant, por hacer sentir cómodo a Agamben, por casar nuestras modelos con Zizek, aunque sea medio nabo. Por algo el título de esa ciencia de la alienación vale poco si no hacés un posgrado "afuera".

Diego dijo...

Srta Ling,

Por favor, quítese de encima ese saco del argentino resentido: Afuera es mejor y punto. Acá es todo más berreta, igual que los autos. Los BMW tenían un lindo andar mientras los Fiat que Macri fabricaba en los 90's eran modelos que en Europa estaban fuera de órbita y que para colmo no cerraba la puerta. Y en lo intelectual, es test está en los textos: Compare un libro de Agamben o de Ricoeur con el de un Horacio González o el de un David Viñas y va a ver a quién no le cierra la puerta. De hecho hay argentinos grozzos a nivel mundial. Esa división norte-sur no corre más, si es que alguna vez ganó alguna carrera.

Saludos

Ling dijo...

Diego,

¿quién dijo que el saco es mío? ¿Es una acusación en base a conocimientos personales?

Ling dijo...

Ah, y perdón, en su blog está la filosofía esa de la grozzitud. En este, se maneja grossitud.

Diego dijo...

Srta Ling,

Lo que dije en mi commment anterior se basa exclusivamente en el texto de éste post bajo el que nos encontramos. Solamente quería prevenirla de ese mal que luego resulta tan jodido de sacarse de encima.

Y dele, escriba grozzo con Z.

Saludos

Ling dijo...

Diego,

lo estimo mucho, pero cuando no capta que estoy escribiendo en otro registro, me saca.

Besos.

Diego dijo...

Mi no captación de las cosas puede deberse al sueño que padezco en esta mañana oficinezca.

Anónimo dijo...

Time out! Volvamos al ágora pública y dejemos los contrapuntos personales. Me tomo semejante atrevimiento un poco colado en su blog, estimada Ling, pero es que esta mesa de café (sin mesa ni café) venía tan entretenida que me permití el atrevimiento. Che, busco un libro y vengo...

"La ciencia se ha hecho ficción no por sus sueños futuristas sino porque el futuro tiene la intriga de las novelas de misterio. ¿Esto quiere decir que nada se puede pensar si nada se puede anticipar? Todo lo contrario, todo se puede pensar, mejor dicho, todo se piensa, y además, quién lo sabe, quizás todo se pueda hacer en este nuevo universo más allá del bien y del mal. Pero que el lector no huya, no lo dormiré con la letanía de la crisis de los valores y del nihilismo preanunciado por Nietzsche, Heidegger y otras viejas reliquias; hay crisis de los valores en el sentido en que la recién citada reliquia lo decía hace un siglo —Nietzsche—, porque estamos en presencia de la creación de valores, del calor y del sonido de una fragua planetaria en donde todo se discute, y cuando todo se discute es porque Cronos está pariendo nuevos Titanes." (Tomás Abraham, La Empresa de vivir, Sudamericana, Buenos Aires, 3ra. edición Mayo 2000)

¿A quién llamamos intelectual? Lo estamos discutiendo diría Tommy y en esa discusión podemos esforzarnos por constituírnos sujetos válidos de enunciación, o podemos sentarnos en Platón (bar frente a Puán, yo prefiero Mc Pancho) a mirar por la ventana si la Academia sobrevive sin nosotros. Ya les anticipo, lo va a lograr.

Rompamos los catálogos y hagámosle a los titanes un par de buenos críos que puedan parir con dolor...

mariano dijo...

los admiro. ustedes si son grozzos, como quiere el estimable diego. comentar sobre intelectuales a las 11 de la matina en la oficina revela un fuerza de la que yo carezco. ahora es más mi hora.
1- diego, con todo respeto, esa visión cholula-encantada con los intelectuales de la "world class" me parece un tanto pobre. todos nos formamos con leyendo a esos tipos, obvio, y los queremos y los guardamos en nuestros estantes. pero vivimos acá y si queremos pensar nuestra época tenemos que partir de esta posición en el culo del mundo. Afuera es mejor? Maybe. Es una fantasía que nos hace ahorrar y soñar con una beca en la London School of Economics. Está bien. Pero cuando escribís sobre Mansilla volvés a Indios, ejército y frontera de Viñas. Cuando escribis sobre Perón volvés a Portantiero y Murmis. Cuando escribís sobre Borges volves a la Sarlo y a la china Ludmer.
Me chupa un huevo el pensamiento nac&pop pero no alcanza con Ricoeur y Wittgenstein.
2- Puán. El oscuro objeto de los que fuimos a Marcelo T. Chicos, chicas, puán es una leyenda que las chicas lindas esparcen en las lecturas de poesía. algo hecho en base a quien se cojió panessi o quién tomó frula en el baño con alan. puán es un pink blog. ¿qué es puán hoy? una chica que se moja con fogwill, una que va al malba a ver a martincito kohan vestido todo de adidas, un encuentro en belleza y felicidad con un psycho aira, unas cervezas con oliverio cohelo.
3- así que dejemos de lado todo eso. en sociales te podés cruzar con sidicaro, que tiene menos onda que diego incardona pero sabe un cachito más. lo que digo es que pensemos en como escribir cosas que no mueran en un estante de la facultad, que no sean "correctas", que evitemos la seriedad (en la medida de lo posible) por la seriedad misma. no sé muy bien como se hace, supongo que probando cosas diferentes, juntandote con gente distinta, abandonando el mandarinismo.

Ling dijo...

Mariano: Algunas cortitas, esta sí que no es mi hora.

Primero, casi que estoy completamente de acuerdo con su tercer punto. Lástima que sea tan difícil. No hace mucho leí un ensayo muy correcto sobre los mandarines chinos que fue publicado. Probablemente el mío, sobre la redención intramundana en la esfera erótica, que hizo llorar al titular, sea soberanamente ignorado. Aunque no haya sido para nada correcto.

Puán, admitámoslo, es sumamente glamoroso, con sus Alan y sus Link. En marcelo t nos tenemos que conformar con el Chipi mirándonos con su cara de vieja desde los carteles del pasillo.

Y, por último, Sidicaro a veces tiene onda. Mire si no.

mariano dijo...

touché.

Anónimo dijo...

Yo Viví en Puán!

La biblioteca tiene un ejemplar del Necronomicón y el fichero de consulta es de la misma época: son fichas de papel escritas a mano!

Panessi deslumbra en sus clases!
Claro, es la primera materia de la carrera y se te mezclan sus clases en la 250 con el mundo de las "chicas de letras".

El patio es un vórtice de progresismo a lo "Pomelo".

Se puede escribir para la academia de dos maneras:

a) dándole el gusto de citar correctamente y trabajar sobre temas tan micros como "Migración polaca durante en siglo XIX en Tucumán, su inserción en los ingenios azucareros y desarrollo del pensamiento anarquista". Resultado: una vez, hubo un delegado anarco en el gremio. (SIC, yo la lei), y entonces te publican y te invitan a dar clases especiales en un teórico y se paran en los pasillos para saludarte.

b) o te buscás un tema verdaderamente interesante como la no se que cosa intraerótica, tema poco explorado o novedoso y te animás a citar como te parezca mejor (con letra inclinada o no); y eso será como quien le hace burla al granadero.

Hablemos de la puerta para afuera.

Academia ... si se levanta Platón los caga a patadas en el culo.