Caso 1
Ante un comentario sobre una publicación en la revista "Viva", del diario "Clarín", me comentaron: "Bah, yo no leo ese diario, no leo ningún diario que haya alguna vez apoyado la Dictadura..."
Es una posición muy loable, pienso yo. Es muy loable por una atadura hacia el pasado, vivir desligado del presente, algo tan difícil de lograr. ¿Qué diario no apoyó la dictadura? ¿Qué diario fue tan valiente para hablar en contra de aquellos años terribles, oscuros, violentos, en ese mismo momento, y HOY sigue en pie con su misma forma de actuar? Los grandes diarios argentinos (Perdón para el slogan de Clarín, pero no es "El" único gran diario que circula... La Nación es más grandote, si lo medimos...) que hoy son los más leídos, son los que apoyaron a la dictadura. Y sí, estuvo mal, pero, una crítica se hace leyendo, metiéndose en las fuentes, sino, ¿qué se va a criticar? Además, se pierden cosas interesantes, hay textos de autores que no necesariamente deben condecir con lo que haga o haya hecho su dueña o sus grandes cabezas, o quizá lo que se hizo en el pasado. ¿Beatriz Sarlo apoyó la dictadura? No creo.... y sin embargo, religiosamente, los domingos aparece allí (nunca mejor utilizada la frase, ¿acaso los domingos no son religiosos??).
No estoy defendiendo a Clarín. Quizá estoy defendiendo el hecho de que yo lo lea. Pero ahí está el por qué lo hago.
Caso 2
Recuerdo el almuerzo que el actual presidente Kirchner tuvo con la señora Mirtha Legrand. Aquél en que ella comentó "ahora se viene el zurdaje", y el replicó que por pensar así, tantos años se había sufrido. No sé por qué me vino, cuando empecé a escribir, la idea de que el presidente había condenado esa supervivencia del pasado en la actualidad, y eso era lo que iba a condenar (ya que la mayor parte de su demagogia política consistió en reivindicar viejas luchas, como el hecho de quitar el cuadrito de dictador...). Sin embargo, esa frase me resultó también interesante. ¿Quién le dijo a la doña que nuestro austral presidente es "zurdo"??? (si por tal se entiende a quienes quieren la revolución, a quienes buscan alterar el orden social... ¿qué entiende la "derecha" por zurdo??). Yo no lo veo al presidente luchando por el cambio social. Lo veo muy cómodo en su posición solamente reformando, demagogiando, comprando voces, callando otras... ¿eso es ser de izquierda? Si es así, qué feo...
Caso 3.1
Otro caso cercano... se me ha terminado la inspiración porque me han llamado, pero igual voy a intentar hablarlo. Las conversaciones con cierta persona de mi familia que aún vive en esos años, que no los acepta pero reivindica lo que de un lado se ha hecho. No los acepta porque no reconoce las barbaridades perpetradas (o sólo las reconoce del lado del mencionado "zurdaje"). Ante mis comentarios, la respuesta, previa exasperación y recurrencia a la máxima autoridad (mi madre) es siempre la misma "¿Vos qué hablás si no lo viviste?". Odio esa frase. La aborrezco. Entonces, ¿cómo podemos hacer Historia? ¿Quién nos da permiso de evocar a Alejandro Magno? ¿Por qué podemos hablar de Aníbal? Y ellos, que tan religiosos son, ¿por qué reivindican algo que nunca vieron? Argumento autoritario y sin sentido si los hay... Recurso último para acallar la propia ignorancia.
Caso 3.2
Elecciones para centro de estudiantes. Discusión con militante femenina enojona. ¿Cuál es su respuesta? (aunque no fue tan directamente, es lo que pude dirimir...) "No podés hablar si no lo viviste". Caramba, caramba. Si bien no hablábamos de esos años, sino simplemente de una cátedra que no cursé, el trasfondo es el mismo. Sí, señores, los extremos se tocan.
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Reconozco el valor de la Historia. Por supuesto que debe conocerse y rememorarse, y los tres casos demuestran mi postura. Pero debe hacerse de una manera positiva, que ayude al presente. Es eso de lo que hablaba Brecht, de encontrar más bien las cosas malas nuevas que rememorar las buenas viejas. En eso debemos centrarnos, y la Historia nos ayuda a ver cómo pasarlas, cómo recordarlas. El presente es este instante en que el tiempo se detiene, en que tanto futuro como pasado son un AHORA ineludible, este aire que se respira, esta luz que me ilumina... están AHORA. Hasta hoy, hasta este caluroso 30 de noviembre del 2004, no hay manera de volver el tiempo atrás. Recordar pensando en lo que vivimos ahora y en lo que esperamos vivir, es lo mejor que podemos hacer por él y por todas las personas que han pasado, sufriendo como nosotros, amando como nosotros, luchando como nosotros.
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