El aporte que la teoría del género ha hecho a la teoría social en su totalidad es innegable. La Historia la hicieron los intelectuales, esa capa media de hombres que puede acceder a la escritura -y la lectura- pero no están lo suficientemente alto como para prescindir de una profesión. Las mujeres, incluso allí, siempre han -hemos- quedado relegadas. Desde que los estudios de género y, más recientemente, del ámbito queer, han ganado un cierto lugar en el habla académica -casi como una teoría del derrame intelectual- nos hemos venido enterando del lugar de la mujer, y preocupándonos para que esos pequeños agujeros que históricamente las mujeres han venido haciendo en el muro patriarcal se reconozcan, mantengan y agranden.
Claro que todos estos adelantos tienen dos pequeñas contras, que pensándolas, son mínimas: los hombres y las mujeres.
Claro que todos estos adelantos tienen dos pequeñas contras, que pensándolas, son mínimas: los hombres y las mujeres.
2 comentarios:
Alguien me comentaba el otro día en un pequeño evento social que se iba a Córdoba con un amigo a un congreso queer sobre género. El amigo en cuestión temía que, teniendo en cuenta el estallido de identidades de la comunidad GLTTB, no lo dejen exponer por ser "meramente gay".
(me encantó lo de la teoria como derrame, miguita)
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