Hay muchas maneras de reivindicar el género. Porque como dijo Simone, eso de que mujer se hace, hay que estar demostrándolo a cada momento. Y defendiéndolo a capa y espada.
Claro que hay maneras y maneras. Hay muchas chicas que piensan que esa defensa pasa por liberarse sexualmente de tal modo que terminan pareciendo aquello mismo que denostan. Porque salir con poca ropa para demostrar que no son presas de la sociedad represiva, o contar sus proezas sexuales para poder decir: "lo hago porque disfruto, nadie me obliga", actos sexuales por demás buscados en situaciones casi forzadas, no me parece muy distinto a lo que hace Silvina Luna en la tapa de alguna revista masculina. A las dos las consumen los hombres y como siempre, los extremos terminan tocándose tanto que no hay una diferenciación sustancial entre la vedette y la liberada comehombres.
Porque todo, señoras, sigue siendo para ellos. Lamentablemente.
Claro que hay maneras y maneras. Hay muchas chicas que piensan que esa defensa pasa por liberarse sexualmente de tal modo que terminan pareciendo aquello mismo que denostan. Porque salir con poca ropa para demostrar que no son presas de la sociedad represiva, o contar sus proezas sexuales para poder decir: "lo hago porque disfruto, nadie me obliga", actos sexuales por demás buscados en situaciones casi forzadas, no me parece muy distinto a lo que hace Silvina Luna en la tapa de alguna revista masculina. A las dos las consumen los hombres y como siempre, los extremos terminan tocándose tanto que no hay una diferenciación sustancial entre la vedette y la liberada comehombres.
Porque todo, señoras, sigue siendo para ellos. Lamentablemente.
4 comentarios:
hace falta la revolucion de las cosas en su lugar.
Lo dijo Houellebecq: la llamada liberación femenina, sólo sirvió para que los hombres tuvieran acceso más fácilmente a mayor cantidad de relaciones sexuales.
Las revoluciones no duran para siempre; la euforia y después todo termina. Y otra vez, lo revolucionario se convierte en conservador.
Una verdadera esclavitud de la liberación, la que usted describe.
Lo peor que le pudo haber pasado al feminismo fue que hacia finales de los ´90 se canalizó masivamente a una nueva generación a través de un programa "Sex & The City", cuyo discurso constante era del más alto grado de disciplinamiento consumista y sexual (donde sexo y consumo se igualan) para que las neo-feministas (y engancho con La Enmascarada) nos facilitaran a los hombres mayor cantidad de relaciones sexuales y mayor cantidad de consumidores a los vendedores de zapatos.
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