En este verano, aprendí...
- Que las olas de Miramar nunca me van a tratar con cariño.
- Que aún puedo subirme a una hamaca.
- Que es muy difícil bajar "solamente un" mp3, o entrar a una librería y salir sin nada.
- Que los chicos de exactas también pueden usar barba y leer a Schopenhauer.
- Que la izquierda está cada vez más susceptible y la derecha, más hostil.
- Que cuando duermo, chasqueo los dientes.
- Que las personas tenemos un pie más grande que el otro.
- Que no me molesta que me digan "negrita".
- Que puedo cuidar sola a un bebé durante 4 horas sin que me llore.
- Que no importa cuánto odie el verano... siempre hay un 21 de marzo.
5 comentarios:
Daría mucho por reencontrarme con la hoja de mi cuaderno del 21 de marzo de 3er grado. Recuerdo que dibujé una hoja de árbol con sus venas. Una sóla hoja y la pinté de beige con el lápiz que aún no había estrenado. Es raro usar el beige cuando sos chico. Y nunca más usé ese lápiz. Es raro usar el beige cuando sos chico.
Hermosísimo post.
Me encantó su blog.
Sin duda -coincido- es un post bellísimo.
Aprender cosas nuevas es maravilloso.
Ser partícipe de algunos descubrimientos tiene algo de preciosa dicha: es una de las formas de la felicidad.
Es grandioso poder aprender de las cosas sencillas. Y la vida es cíclica como la naturaleza.
Un beso.
Ringo: El beige fue durante muchos años mi lápiz-fetiche (que cambié por una lapicera rosa al entrar al secundario).
Submarino: Gracias (nunca sé contestar las cosas buenas, pa' las malas me las rebusco).
F! y Sandra: Coincido con ustedes. Como siempre. Besos también (a ambos dos).
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