9.4.07

Se nos desarma el partido

Quienes no tienen el placer de conocer la entrada de Marcelo T., desconocen que su arquitectónica estrechez se complementa con un acompañamiento de mesas, sillas y militantes que los partidos -casi todos ellos pertenecientes al oficialista frente Oktubre- han puesto en la planta baja. Este hecho, además de ser conveniente para poder enterarse de las internas y acciones a realizar apenas se ingresa en la facultad, tiene la importante contrapartida de dificultar el ingreso y la salida del edificio, principalmente en los horarios más hot (7 pm, 9 pm, 1 pm; por poner ejemplos).

El martes pasado, justamente a las 9 pm, abandonaba una clase junto a compañeros. Demorados en el pasillo, el embotellamiento dio paso a un ambiente mucho más sereno, que sólo se perturbó cuando un estrépito resonó en el hall de entrada. Tras el primer silencio que toca caída conlleva, siguió un reguero de risas.

- Se cayó un "compañero".- predije.

Movidos por la curiosidad, caminamos hacia el lugar. Una mesa, patas para arriba, y un militante mirándola sonriente eran coronados por la risa constante de los miembros de los partidos ¿contrarios?

- ¡Bueno, compañeros! - gritó el damnificado.- Acá tienen la primera acción combativa del año...





Usado con humor, debo admitir, ese léxico no causa tanto escozor...

7 comentarios:

Nicolás Mavrakis dijo...

Uno, que apenas va pocas veces al mes por los paros, y para colmo tiene que comer baldosas.

Miguel D. Barrenechea dijo...

Con humor se llega más lejos, miralo a Artaza.

Anónimo dijo...

¿Tanto escozor te causa "ese léxico"? Tampoco es para tanto... ¿Cuándo empezó a tener tanta onda ser un joven despolitizado que sueña con ser el protagonista de una película de Lisandro Alonso, aunque en una versión un toque más divertida y cibernética?

Ling dijo...

Digamos...

La onda es ser militante. Y hasta ellos dan la cara.

Ruth dijo...

Todo grupo de pertenencia tiene su vocabulario, y aunque yo no pertenezca a la "ondita militante" (probablemente a ninguna onda, a mi pesar), no veo el problema en el uso de su propio léxico. Y la verdad es a veces prefiero decir y oír "compañero" que cualquier otra palabrita.

Ling dijo...

Bueno, la explicación es lo que a mí más más me molesta.

Mäs que el compañeros, hay otras cosas que no concuerdan. El compañeros interpela desde un lugar a veces no muy agradable. Y ahí entra la culpa de la que se habla en el post de arriba. Religión y política tienen tópicos muy cercanos. De alguna manera hay que llegarle al otro.

Muchas veces los conceptos del léxico quedan vacíos. ¿Burguesía? ¿Proletario? ¿Encuesta obrera? No los podría llenar en la Argentina del 2007. ¿Acciones combativas? No es cortar una calle. Porque demostró su ineficacia.

A veces no hay que explicar cosas. Siempre tuve la idea de que, si digo algo irónicamente, no lo tengo que aclarar. Después de todo, si alguien no lo caza, es problema del otro. Quizá no estemos en la misma onda.

Ling dijo...

Y sí, con humor se llega más lejos.